Seguidores y Amigos Fieles...

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Preguntas innecesarias,,,

Preguntas innecesarias....Parte 1

Hola niños...
Gracias por sus mails..sus coments.. gracias por estar en contacto...Esta historia salio tan larga que decidi subirla por partes.. Esta es la primera parte.Como siempre, me encantaria saber sus opiniones sobre el tema...

Cual es el tema??
-Por que los hombres hacen siempre este tipo de preguntas??
-Que tipo de respuestas esperan?
-Que importancia tiene para ustedes estas respuestas?

Sole..


¿Qué con cuantos hombres me he acostado?

Me ha preguntado Marco, ¿Quién contesta con la verdad a una pregunta así? ¿Quién, por otra parte, cree en la respuesta? Le contesté que “con cinco” aparentando que no me importaba la pregunta, encubriendo el tono de mi respuesta como si le hubiera dado la hora que marcaba mi reloj.

No me cree pero tampoco insiste, es muy perspicaz. Lee mi rostro, su mirada masculina atraviesa mis ojos, me conoce y puede discernir entre mis verdades y mis mentiras pero por más que se esfuerce no será capaz de leer mi mente. No hay sentimientos reconocibles en su expresión, ni alegría porque sean pocos ni dolor por no ser el primero. Me observa como si fuera yo una cuadrícula de números de sudoko, está calculando para encontrar los dígitos faltantes pero al mismo tiempo está imposibilitado a emplear los sentimientos en tal tarea. Si hubiera contestado “con catorce y tú eres el quince” él hubiera reaccionado igual, pero yo me hubiera sentido diferente.

Abandona mi rostro para ver mis pechos . Me siento libre ahora de mirar al techo, donde un abanico eléctrico da vueltas haciendo circular el aire en la habitación. Estoy sentada sobre él, su miembro me penetra placentera y totalmente. A su vez él esta sentado sobre la cama .Nuestros centros coinciden hermosamente.

¿A quién recuerdas?..Pregunta después. 

“A nadie en particular” le contesto.

Las manos de Marco se enredan en mi melena negra, endereza mi rostro para permitir que nuestras miradas se crucen y segura estoy que no puede leer tampoco la verdad en el fondo de mis ojos, sus labios se posan en los míos y sella mi respuesta con un beso. Mis brazos lo rodean por el cuello mientras sus manos bajan lento por mi espalda...
Mi mente hace un viaje al pasado. Recuerdo al primer hombre sí,  Lo he visto con su esposa y sus tres hijos casi adolescentes, al parecer tenía prisa por procrear. No debería extrañarme él era así. Dejo pasar a todos los demás que sin pena ni gloria los monté como caballitos de carrusel y me detengo otra vez. Ahora con el primero del que me enamoré como una estúpida, que no hay otra forma de enamorarse.

Todo en él me parecía perfecto, sus rubios cabellos, sus ojos claros, su voz hermosa, su cuerpo esbelto, su olor a niño, sin olvidar si inquietante mirada y su inteligencia.... 
Sus movimientos amorosos eran lentos y de ternura infinita, me llevaba al edén y me traía de regreso, yo sentía que era suya… para siempre.

Aunque, a diferencia mía, él pensó que un verano y un invierno eran suficientes. Fue franco conmigo, pero eso de poco sirvió para olvidarlo. Los años y los otros hombres que vinieron después de él no habían acabado de remover de mi piel el sabor a sal de su sudor...

¿Con cuántos de ellos lo hiciste en la primera cita?

Me pregunta, sus labios se alegan de los míos para volver a tener contacto visual. “Por supuesto que con ninguno” contesto con ferviente tono de desprecio por la pregunta y un dejo de ofensa mientras mis brazos sueltan su cuello y descanso mis manos sobre la cama alejando mis pechos de su cuerpo. Marco entiende mi lenguaje corporal y me abraza suavizando el momento, mis brazos caen a mi costado tocando sus marcados muslos, no resisto la tentación de oprimirlos entre mis manos.

Para que contestar...
para que decirle la verdad..

para que decirle que una noche.. por despecho de esa amor perdido...  salí de antro con mis amigas con el firme propósito de hacer lo que siempre hacia para  ahogar mis penas; bailar, beber y si las cosas se dan, por qué no....hacer travesuras....
Nada más llegar fuimos a la pista de baile, porque no puedo permanecer inmune al seductor ritmo de la música. Bailar es una de mis pasiones, me imagino envuelta en mil manos que palpan todo mi cuerpo siguiendo la silueta de mi figura, escalando por mis piernas, acariciando mis muslos, rodeando mi cintura...
Experimento la sensación de estar complaciendo a un dios pagano, oculto en la oscuridad entre luces parpadeantes de neón, que  se masturba por mis movimientos....De pronto sé que se ha corrido. Por mi espalda, en el canal de mi espina dorsal, se deslizan las gotas de su semen que al contacto con mi piel se convierte en sudor.

Después de bailar y beber mi cuerpo estaba ansioso ... Me hice de miradas con uno de los mejores bailadores, luego nuestros cuerpos estaban bailando, uno a uno, incendiándose como maderas que se frotan. Quiso besarme y se lo permití, era mi señal para que propusiera retirarnos de la pista a un lugar más privado. 
Unos minutos más y estábamos en su auto ...

viernes, 5 de noviembre de 2010

Dudas.....

Si para la Iglesia, la píldora del día siguiente, es un aborto. 
Entonces, me surgen dudas jurídicas: 

La masturbacion es homicidio premeditado? 
El sexo oral? Será canibalismo? 
Podemos considerar el coito interrumpido, como abandono de menor? 
Y q decir del preservativo? Será homicidio por asfixia mecánica? 
y el sexo anal? Es ...mandar al futuro hijo pa la mierda?.

Gracias por esclarecerme estas dudas
jaja
no es mio..es fiel copia del original..
gracias al autor..
Sol..Sole... Soledad..
soledad.quito@hotmail.com

jueves, 4 de noviembre de 2010

El trio de mi esposa....

Marina y yo llevábamos juntos unos cinco años. Ahora los dos pasábamos de los cuarenta. Ambos veníamos de relaciones anteriores.
Aquel viernes yo no había tenido un buen día. Habíamos quedado para cenar con sus amigos, pero me encontraba cansado, de no demasiado buen humor y sobre todo con pocas ganas de salir.
  • Quédate en casa si quieres, cariño, me dijo Marina.
  • Me sabe mal que vayas sola un viernes por la noche.
  • No te preocupes, son todos amigos míos, no me sentiré sola.
Me quedé en casa y me acosté temprano. Cuando la oí entrar, ya había amanecido, algo que me extrañó, puesto que nunca nos quedábamos más tarde de las tres o cuatro de la mañana. La mayoría del grupo, eran parejas con hijos, que se habían quedado con un familiar o una canguro, por lo que no trasnochaban demasiado.
Cuando me levanté, le pregunté el motivo de llegar a esas horas, y me dijo que habían estado en una discoteca hasta muy tarde, y después, habían ido a desayunar.
  • Nos quedamos hasta el final Marta y Pablo, Antonio y Eduardo. Luego te lo cuento, ahora quiero dormir.
Marta y Pablo, eran un matrimonio de nuestra edad, Antonio estaba casado, pero al no haber encontrado quien se quedara con sus hijos, fue solo a la cena, sin su mujer, mientras que Eduardo era soltero.
Durante ese sábado, y a lo largo de los siguientes días, Marina estaba rara, y podría decir que hasta antipática conmigo. Yo lo achacaba al hecho de no haber querido acompañarla a la cena, pero me di cuenta que estaba muy equivocado.
Después de varios de una semana, me decidí a hablar con ella.
  • Marina, qué te pasa. Te he hecho algo? Estás enfadada por no acompañarte a la cena con tus amigos?
  • Cariño, nosotros dijimos que nos contaríamos todo lo que nos sucediese, verdad? Me contestó.
  • Yo no tengo nada transcendente que contarte, le respondí.
  • Lo sé, pero yo si, el viernes pasó algo. No puedo ocultarlo por más tiempo y quiero que lo sepas.
Estaba empezando a imaginarme lo que había pasado.
  • Me fuiste infiel con algún amigo tuyo?
  • Algo así, lo siento mucho. Si quieres saber algo, si quieres que te lo cuente, si quieres que lo dejemos, que me marche de casa............. lo que quieras, dímelo
  • No, no quiero saber nada.
Me marché de casa bastante enfadado y volví ya cuando ella estaba dormida. Estuve varios días sin dirigir palabra alguna a mi pareja, pero por otro lado, me excitaba el pensar que había estado con otra persona, y sobre todo, ella me había dicho que me contaría lo que quisiera. Comenzaba a gustarme la idea de un relato hablado sobre lo que había sucedido aquella noche.

Pocos días después, cuando estábamos en la cama, comenzamos a hablar.
  • Llevo pensando mucho en lo que pasó en tu cena.
  • Sé que lo estás pasando mal y lo siento. Te pido perdón por todo.
  • Sabes? Me gustaría que me contaras todo lo que sucedió. Pero con muchos detalles, como hacen los amigos adolescentes, Quiero saberlo todo.
Era el momento ideal, teníamos toda la noche por delante para que ella me lo relatase con pelos y señales.