BESAR LOS SENOS DE UNA MUJER

SABES COMO HACERLO?

Definititivamente nosotras preferimos lo inesperado, conmovedor, delicado, original.

Besos en el pezón

• Deslizamiento de los labios entreabiertos (muy relajados) sobre todo el seno y particularmente en el pezón.

Atrapar el pezón mediante pequeños golpes repetidos, manteniendo los labios firmes, aunque no crispados; el placer de la mujer se intensifica si, al hacer esto, brincas un poco sobre el pezón.

Tomar con un movimiento lento el pezón entre tus labios y tirar un poquito, suave y lentamente, el seno hacia ti hasta que éste se escape de tus labios, luego vuelve a empezar. Esta caricia debe ser hecha con mucha suavidad, si no te expones a que sea muy desagradable. Este mismo tipo de caricia pierde todo su sabor si la realizas con la mano.

— Chupar el pezón como un lactante. Puedes agregar una caricia tomando todo el seno con la mano.

— Jugar sobre la extremidad del pezón con la punta de la lengua dura.

— Empujar de adelante hacia atrás el pezón con la punta de la lengua dura. Esta caricia tiene un efecto estimulante si la haces rápido y un efecto voluptuoso si la haces lentamente. En estas últimas dos caricias es preferible que la lengua sea firme para que la presión sea más local y ligeramente más fuerte. Mientras más local sea esta sensación más amplificado, por infinitas variaciones de esta caricia, será el placer. Si la lengua es demasiado blanda y demasiado húmeda, todas estas variaciones se fundirán en un efecto difuso que perderá finura.

— Mordisquear suavemente la extremidad del pezón mediante golpecitos sucesivos de los labios.

— Agarrar el pezón entre el pulgar y el índice y pasar la punta de la lengua por el extremo.

Caricias en el pezón

— Mantén el pezón entre el pulgar y el índice y haz como si quisieras girarlo.
— Pellizca ligeramente el pezón con el pulgar y el índice, esta caricia puede ser utilizada para contraer el seno si todavía no lo está.
— Mantén el pezón con el pulgar y el dedo corazón y rasca la punta con la uña y el índice, rápidamente, imprimiéndole un movimiento de atrás adelante.
— Pellizca ligeramente la punta con las uñas del pulgar y del índice, haciéndola girar.
— Aprieta el pezón con tres dedos y haz girar el seno.

Para la mayoría de las mujeres, los pechos son un '• elemento esencial en el despertar del deseo. Algunas no se sentirán satisfechas, incluso en el curso de un hermoso acto amoroso, si no se les ha acariciado los senos. Para este tipo de mujeres, la duración de la caricia es muy importante. Los tocamientos no les bastarán y apreciarán que permanezcas algún tiempo sobre un seno y luego sobre el otro. En general, cualquiera sea la zona más erógena del cuerpo, lo que permite a la mujer conectar con su sensibilidad profunda, abandonarse a un paisaje interior, relajarse totalmente y entregarse a la sensación en el tiempo que se pasa sobre un punto preciso. Múltiples roces sobre todo el cuerpo pueden encantarla, pero luego hay que saber imprimir el máximo de placer en un lugar muy localizado durante un lapso bastante largo: esta técnica, más que ninguna otra, te permitirá comprender cómo hacer surgir sensaciones en profundidad, y para esto es necesario conectar con el psiquismo de la mujer. Una manera de aprehenderlo es que te imagines sintiendo las caricias que le prodigas y que llegues a un punto en el que tengas la impresión de recibir las caricias en tu propia piel, a pesar de ser tú el que las otorga.

Este estado no puede alcanzarse más que mediante una armonización íntima de los psiquismos de los dos amantes, que provoca una comunión perfecta de tipo telepático. El hombre que practica esto puede hacer entrar inmediatamente a la mujer en ese estado, desde el primer contacto, pues la mujer es más receptiva y se sumerge naturalmente en la atmósfera psíquica del hombre. Será mucho más difícil para una mujer llevar al hombre a este trance común y representará para ella una empresa de largo aliento.