Antes de empezar, permítanme presentarme, soy Noelia, tengo 40 años y mi esposo 42, hasta ahora siempre tuvimos un matrimonio se puede decir feliz, nuestra vida sexual en nuestros 23 años de casados siempre fue muy satisfactoria, con altas y bajas, claro, como en todo matrimonio.
Todo era normal, hasta que mi esposo empezó a comprarme ropa interior de colecciones de lingerie muy sexys, y me decía que no utilizar ese tipo de ropa interior, era un desperdicio para mi cuerpo y para su vista.
Después de un tiempo en me acostumbre a vestir ropa interior bastante sexy, mi esposo empezó a fotografiarme cada vez que podía mientras me vestía, y poco a poco fue convenciéndome de posar para el así solo en ropa interior.
El siempre me decía que esas fotos las guardaba en su computadora, y que el acceso a ese archivo tenía dos claves de ingreso, por lo que ya no me preocupe sabiendo que nadie mas las vería.
Después de esta costumbre, de sacarme fotos con ropa interior, empezó a pedirme que quería fotografiarme solo con tanguita, yo al principio me resistía, pero el siempre me convencía con el argumento que yo debería estar feliz de que a el le guste tanto mi cuerpo en vez de estar buscando ver a otras mujeres, así que empecé a posar para el solo con tanguita y una que otra vez, accedí a hacerlo desnuda.
En todo este proceso, mi esposo empezó a imprimir de internet relatos eróticos y me decía que los lea, y a veces mientras conversábamos hacía énfasis en que podamos comentar algunos de ellos, sobre todo los que involucraban a parejas de casados que tenían aventuras con la participación de terceras personas, ya sean hombre o mujeres.
Cuando volvió de un viaje al Brasil, me trajo unos vestidos muy lindos, pero eran algo escotados y otros un poco cortos, en relación al tipo de ropa que yo usaba normalmente, el me dijo que yo escondía mi cuerpo, y que a la edad que teníamos, en realidad ya no teníamos mucho tiempo para disfrutar de la vida, y que yo en unos años mas, ya no podría utilizar esa ropa, por lo que como dice la canción de Arjona, era tiempo de poner vida a los años que tenía.
Empezamos a salir a discotecas, whiskerias, iniciamos una vida nocturna bastante activa, y la verdad es que yo empecé a disfrutarlo.
Una noche salimos a bailar con unas parejas amigas y en medio de toda la diversión, vi que un grupo de jóvenes no quitaba el ojo a mi escote y mis piernas, le dije a mi esposo que las miradas descaradas de los jóvenes a mis piernas y a mis senos me tenían incomoda.
Creí que el se molestaría, pero por respuesta me dijo que los deje disfrutar y desear lo que el se comería mas tarde y que no hace mal a nadie que ellos me miren y me deseen. Su respuesta la verdad es que me dejo sin palabras, pero ocasionaron un cambio en mi actitud, las miradas ya no me molestaban, es mas sentí que sus miradas hacían que mis senos delaten mi excitación, era la primera vez pese a mis 40 años que me excitaba ante las miradas cargadas de morbo de estos jóvenes.
Salimos del local y después de dejar a una pareja en su casa, mi esposo empezó a decirme que se había dado cuenta que me gusto que esos jóvenes me miren con deseo, yo inicialmente intente negar, pero termine aceptándolo.
Mientras volvíamos en el auto, mi esposo empezó a acariciar mis piernas y paso a acariciar mi sexo por encima de mi tanguita, en todos los años de casados, era la primera vez que el hacia eso, poco a poco fue subiendo mi vestido hasta dejar mis piernas y mi tanguita totalmente libres de mi vestido.
Esta situación empezó a excitarme mas y mas, entonces mi esposo cambio de dirección, y en vez de ir a la casa, dirigió el auto hasta un motel, entramos, cuando cerraron la puerta del garaje, el me hizo pasar al asiento de atrás, me desnudo, y como si fuésemos dos adolescentes empezó a follarme, yo estaba locamente excitada, perdida por la excitación, no se realmente cuantos orgasmos llegue a tener.
Fue la primera vez que follamos así en un auto, y debo reconocer que me encantó, cuando llegamos a la casa, mi esposo me tomo nuevamente desde atrás, levantó mi falda y nuevamente me folló en nuestro cuarto apoyada a la cama, y el consiguió que yo tuviese un nuevo orgasmo increíble.
De ahí en adelante, nuestra vida sexual se volvió mucho mas intensa, cuando salíamos a bailar o a discotecas, el siempre buscaba la mesa mas apartada y oscura, entonces cuando veía que podía hacerlo, el empezaba a meterme mano por debajo de la mesa, cada vez éramos mas y mas intrépidos, y en algunas ocasiones llegó a quitarme mi tanguita, y en otras toda mi ropa interior, y me llevaba a bailar así sin nada al centro de la sala, una vez me dí cuenta que mi vestido era un poco transparente, y contra luz, se veía claramente que estaba desnuda debajo del vestido.
Una noche fuimos a bailar, la discoteca estaba casi vacía, tan solo habían unos jóvenes brasileros, hombres y mujeres en unas tres mesas, como siempre buscamos una mesa apartada, y entre besos y caricias mi esposo me fue quitando mi ropa interior, primero fue mi brasier y después mi tanguita.
Yo estaba con un vestido un poco escotado y corto, de una tela fina, que a contra luz se hacia medio transparente. Cuando estábamos bailando, al mirar hacia el espejo de una de las paredes, me di cuenta que cuando pasaba la luz directa de rato en rato detrás de mí, se podía ver claramente que no llevaba ropa interior, que debajo de mi vestido, estaba desnuda.
Entonces entendí porque la atención de los jóvenes sobre nosotros, le pedí a mi esposo que volvamos a la mesa, y no se si al verme así ellos pensaron que los estábamos invitando a algo, porque cuando volvimos a nuestra mesa, se nos acerco una pareja de los jóvenes brasileros y nos dijeron si no queríamos acompañarlos a su mesa o que nos acompañarían para que no estemos solos.
Inicialmente yo no quise, pero mi esposo creo que por efecto de las bebidas que tomo estaba bastante animado, y como el estudio de joven en el Brasil, el poder compartir con estos muchachos brasileros lo emociono mas aún.
Fuimos hasta su mesa, y al sentarnos, mi esposo quedo entre dos muchachas brasileras, y yo quede entre dos de los chicos brasileros. Empezaron a contar piadas o chistes, y entre caipiriña y vodka, los ánimos iban subiendo junto con las risas y la bebida.
Como mi esposo estaba totalmente entretenido, uno de los chicos le dijo a mi esposo si podía llevarme a bailar, porque estaban tocando un clásico brasilero, mi esposo le dijo que si que no había problema, el muchacho que ahí me enteré que se llamaba Gérson, me condujo hasta el lugar mas oscuro de la pista de baile, y pese a que era una música alegre y movida, Gerson me tomo de la cintura y me dijo que me enseñaría a bailar a lo brasilero.
Al inicio debo decirles que Gerson sabia conducir a una mujer bailando, me deje llevar por su ritmo y empecé a disfrutarlo, me relaje y me deje llevar por el, pero poco a poco fue avanzando con sus manos, su mano que estaba en mi cintura, a ratos bajaba disimuladamente buscando pasar su mano por mi trasero, y con su otra mano, a modo de acomodarse, empezó a tocar mis senos.
Después de unos instantes, le dije que quería sentarme, cuando volvimos a la mesa, nuevamente me acomodaron entre Gerson y otro de los jóvenes, mi esposo estaba totalmente animado conversando con los otros animado por las dos brasileras.
Entonces Gerson empezó a acariciar mis piernas, quise hacer a un lado su mano, pero entonces sentí las mano de Josimar (era el nombre del otro joven) en mis senos, quise reaccionar, pero ví que talvez podría ocasionar que estos jóvenes reaccionen violentamente si mi esposo se molestaba y les reclamaba .
Decidí no hacer nada, e intentar que ellos no se propasen demasiado, ese fue mi error, poco a poco Gerson levanto mi vestido dejando mis piernas y mi conchita libres, al ver que yo realmente no estaba con ropa interior, ellos ganaron mas confianza y empezaron a manosear mi cuerpo ya con total confianza.
Yo que inicialmente no quería que ni me toquen, ahora estaba empezando a excitarme y si bien deseaba impedirlo, esta situación jamás vivida en mis 40 años, estaba haciendo que pierda el control sobre mis actos.
Gerson cada vez mas osado, empezó a masajear mi conchita, que a esta altura ya estaba totalmente mojada por el deseo y la excitación, mientras Josimar no dejaba de manosear mis senos, todo esto pasaba a centímetros de mi esposo, que a estas alturas ya no tenía idea de lo que pasaba a su lado por la borrachera en que se encontraba.
Josimar, ya totalmente seguro de que ellos tenían el control, se metió debajo de la mesa y empezó a practicarme sexo oral. Mi esposo lo había hecho muy pocas veces en todos los años de casados, pero este joven si que era un maestro con su boca y su lengua.
Josimar me estaba enseñando lo que es disfrutar del sexo oral, pasaba su lengua por los labios de mi vagina, luego con su lengua se ocupaba de mi clítoris, y cuando sentia por los movimientos de mi cuerpo que estaba sintiendo un gran placer, entonces metía su lengua en mi conchita produciéndome convulsiones de placer, Gerson viendo mi excitación, subió aún mas mi vestido hasta la altura de mis senos y empezó a besar y a chuparlos.
Ahí estaba yo, la señora recatada siempre fiel hasta con el pensamiento a mi esposo, ahora entregándome al placer guiada por estos dos jóvenes brasileros, a escasos centímetros de mi marido.
El placer que me estaban dando era tal, que deseaba gritar para dejar que salga todo mi placer de dentro de mío, en un atisbo de sensatez, intente hacer que pararan, pero estaba perdida, ellos ya no escuchaban ninguna razón y continuaron dándose un festín con mi cuerpo, festín que debo reconocer lo estaba disfrutando.
Los otros jóvenes se dieron cuenta de lo que estaba pasando conmigo y sus dos amigos, así que se levantaron y empezaron a bailar ahí al lado de nuestra mesa para tapar lo que estaba pasando ahí mismo en la discoteca.
Mientras Josimar continuaba enloqueciéndome con su boca, mientras Gerson no dejaba de masajear mis senos y acariciar todo mi cuerpo, me fue haciendo girar lentamente, hasta que me puse medio de costado, colocándose detrás de mi.
Entonces sentí el pene de Gerson apoyándose contra mi trasero, para darme confianza, mientras lo frotaba contra mi trasero, me iba diciendo que solo quería que su pene conociera mi piel, ahora Josimar chupaba mi conchita y Gerson con su verga iba empujando y apoyando sobre mis nalgas, en uno de esos movimientos, Jergón colocó su verga entre mis piernas, y ahora empezó a frotar su verga contra mi conchita.
Era la primera vez en mi vida que otra verga estaba tocando mi conchita, yo me case virgen como quería mi mamá, por lo que siempre tuve una educación bastante estricta y llena de ciertos tabus.
Al sentir la verga de Gerson entre mis piernas quise levantarme, pero entonces Josimar empezó a acariciar con sus dedos mi conchita, y Gerson desde atrás me tenía prendida contra el, por lo que no pude moverme.
Gerson ahí con su verga entre mis piernas empezó a moverse como si me estuviera follando, poco a poco mi excitación me fue descontrolando mas y mas, el deseo y el morbo de la situación tomaron el control de la situación.
La verga de Gerson era grande y gruesa, parecida a la de los protagonistas de alguna película pornográfica de la que llevaba mi esposo, dentro mío había una pelea interna entre dar rienda suelta a mis deseos de tener esa verga dentro mío, y sentirme como las protagonistas de las películas que alguna vez vi, o levantarme y no seguir adelante, y salir corriendo de allí.
Entonces, Gerson me forzó a doblar mi cuerpo un poco hacia delante, lo que hizo que mi trasero quede un poco levantado hacia el, entonces ya sin obstáculos, colocó su verga en la entrada de mi conchita, yo en vez de cerrar mis piernas para impedírselo, pese a mi posición, instintivamente las separe para facilitarle la penetración.
Gerson colocó su verga en la entrada de mi conchita y empezó a meterme su verga, ese contacto directo de mi conchita con su verga hicieron que yo ya sin ningún control sobre mis actos empiece a gemir de placer.
Su verga se fue abriendo paso a paso en mi conchita, fue empujando su verga mas y mas dentro mío, yo sentía como si estuviese siendo follada por primera vez en mi vida, su verga era tan grande y gruesa que parecía que me estaban desvirginando, (aunque en cierta forma era así, porque era la primera vez que era follada por otro hombre y mas aún con ese tamaño de verga).
Gerson empezó a aumentar y aumentar el ritmo de verga en mi conchita aumentando cada vez mas y mas el placer que estaba sintiendo, tuve una convulsión tan fuerte que casi me desmaye de tan fuerte que fue el orgasmo que había tenido, pero la cosa no estaba por terminar.
Al sentirme terminar, Gerson ahora ya sin importar nada, me hizo echar sobre el sillón, mi esposo estaba ahí a unos centímetros besándose con una de la muchachas, a mi no me importó, levante mis piernas sobre los hombros de mi follador, y entonces ahí si sentí toda la virilidad y el tamaño real de aquella verga que me estaba entrando.
Gerson empujo su verga hasta el fondo mismo de mi conchita, yo casi grite de placer, sentía que esa verga me estaba partiendo en dos y penetrando hasta lo inimaginable (Solo una mujer que ha pasado por esto podrá entender lo maravilloso de esta sensación), y a cada embate de su verga yo sentía mas y mas excitación y placer.
Estuvimos ahí follando como locos,hasta que nos echaron del local.........espero haya sido de su agrado.................
Todo era normal, hasta que mi esposo empezó a comprarme ropa interior de colecciones de lingerie muy sexys, y me decía que no utilizar ese tipo de ropa interior, era un desperdicio para mi cuerpo y para su vista.
Después de un tiempo en me acostumbre a vestir ropa interior bastante sexy, mi esposo empezó a fotografiarme cada vez que podía mientras me vestía, y poco a poco fue convenciéndome de posar para el así solo en ropa interior.
El siempre me decía que esas fotos las guardaba en su computadora, y que el acceso a ese archivo tenía dos claves de ingreso, por lo que ya no me preocupe sabiendo que nadie mas las vería.
Después de esta costumbre, de sacarme fotos con ropa interior, empezó a pedirme que quería fotografiarme solo con tanguita, yo al principio me resistía, pero el siempre me convencía con el argumento que yo debería estar feliz de que a el le guste tanto mi cuerpo en vez de estar buscando ver a otras mujeres, así que empecé a posar para el solo con tanguita y una que otra vez, accedí a hacerlo desnuda.
En todo este proceso, mi esposo empezó a imprimir de internet relatos eróticos y me decía que los lea, y a veces mientras conversábamos hacía énfasis en que podamos comentar algunos de ellos, sobre todo los que involucraban a parejas de casados que tenían aventuras con la participación de terceras personas, ya sean hombre o mujeres.
Cuando volvió de un viaje al Brasil, me trajo unos vestidos muy lindos, pero eran algo escotados y otros un poco cortos, en relación al tipo de ropa que yo usaba normalmente, el me dijo que yo escondía mi cuerpo, y que a la edad que teníamos, en realidad ya no teníamos mucho tiempo para disfrutar de la vida, y que yo en unos años mas, ya no podría utilizar esa ropa, por lo que como dice la canción de Arjona, era tiempo de poner vida a los años que tenía.
Empezamos a salir a discotecas, whiskerias, iniciamos una vida nocturna bastante activa, y la verdad es que yo empecé a disfrutarlo.
Una noche salimos a bailar con unas parejas amigas y en medio de toda la diversión, vi que un grupo de jóvenes no quitaba el ojo a mi escote y mis piernas, le dije a mi esposo que las miradas descaradas de los jóvenes a mis piernas y a mis senos me tenían incomoda.
Creí que el se molestaría, pero por respuesta me dijo que los deje disfrutar y desear lo que el se comería mas tarde y que no hace mal a nadie que ellos me miren y me deseen. Su respuesta la verdad es que me dejo sin palabras, pero ocasionaron un cambio en mi actitud, las miradas ya no me molestaban, es mas sentí que sus miradas hacían que mis senos delaten mi excitación, era la primera vez pese a mis 40 años que me excitaba ante las miradas cargadas de morbo de estos jóvenes.
Salimos del local y después de dejar a una pareja en su casa, mi esposo empezó a decirme que se había dado cuenta que me gusto que esos jóvenes me miren con deseo, yo inicialmente intente negar, pero termine aceptándolo.
Mientras volvíamos en el auto, mi esposo empezó a acariciar mis piernas y paso a acariciar mi sexo por encima de mi tanguita, en todos los años de casados, era la primera vez que el hacia eso, poco a poco fue subiendo mi vestido hasta dejar mis piernas y mi tanguita totalmente libres de mi vestido.
Esta situación empezó a excitarme mas y mas, entonces mi esposo cambio de dirección, y en vez de ir a la casa, dirigió el auto hasta un motel, entramos, cuando cerraron la puerta del garaje, el me hizo pasar al asiento de atrás, me desnudo, y como si fuésemos dos adolescentes empezó a follarme, yo estaba locamente excitada, perdida por la excitación, no se realmente cuantos orgasmos llegue a tener.
Fue la primera vez que follamos así en un auto, y debo reconocer que me encantó, cuando llegamos a la casa, mi esposo me tomo nuevamente desde atrás, levantó mi falda y nuevamente me folló en nuestro cuarto apoyada a la cama, y el consiguió que yo tuviese un nuevo orgasmo increíble.
De ahí en adelante, nuestra vida sexual se volvió mucho mas intensa, cuando salíamos a bailar o a discotecas, el siempre buscaba la mesa mas apartada y oscura, entonces cuando veía que podía hacerlo, el empezaba a meterme mano por debajo de la mesa, cada vez éramos mas y mas intrépidos, y en algunas ocasiones llegó a quitarme mi tanguita, y en otras toda mi ropa interior, y me llevaba a bailar así sin nada al centro de la sala, una vez me dí cuenta que mi vestido era un poco transparente, y contra luz, se veía claramente que estaba desnuda debajo del vestido.
Una noche fuimos a bailar, la discoteca estaba casi vacía, tan solo habían unos jóvenes brasileros, hombres y mujeres en unas tres mesas, como siempre buscamos una mesa apartada, y entre besos y caricias mi esposo me fue quitando mi ropa interior, primero fue mi brasier y después mi tanguita.
Yo estaba con un vestido un poco escotado y corto, de una tela fina, que a contra luz se hacia medio transparente. Cuando estábamos bailando, al mirar hacia el espejo de una de las paredes, me di cuenta que cuando pasaba la luz directa de rato en rato detrás de mí, se podía ver claramente que no llevaba ropa interior, que debajo de mi vestido, estaba desnuda.
Entonces entendí porque la atención de los jóvenes sobre nosotros, le pedí a mi esposo que volvamos a la mesa, y no se si al verme así ellos pensaron que los estábamos invitando a algo, porque cuando volvimos a nuestra mesa, se nos acerco una pareja de los jóvenes brasileros y nos dijeron si no queríamos acompañarlos a su mesa o que nos acompañarían para que no estemos solos.
Inicialmente yo no quise, pero mi esposo creo que por efecto de las bebidas que tomo estaba bastante animado, y como el estudio de joven en el Brasil, el poder compartir con estos muchachos brasileros lo emociono mas aún.
Fuimos hasta su mesa, y al sentarnos, mi esposo quedo entre dos muchachas brasileras, y yo quede entre dos de los chicos brasileros. Empezaron a contar piadas o chistes, y entre caipiriña y vodka, los ánimos iban subiendo junto con las risas y la bebida.
Como mi esposo estaba totalmente entretenido, uno de los chicos le dijo a mi esposo si podía llevarme a bailar, porque estaban tocando un clásico brasilero, mi esposo le dijo que si que no había problema, el muchacho que ahí me enteré que se llamaba Gérson, me condujo hasta el lugar mas oscuro de la pista de baile, y pese a que era una música alegre y movida, Gerson me tomo de la cintura y me dijo que me enseñaría a bailar a lo brasilero.
Al inicio debo decirles que Gerson sabia conducir a una mujer bailando, me deje llevar por su ritmo y empecé a disfrutarlo, me relaje y me deje llevar por el, pero poco a poco fue avanzando con sus manos, su mano que estaba en mi cintura, a ratos bajaba disimuladamente buscando pasar su mano por mi trasero, y con su otra mano, a modo de acomodarse, empezó a tocar mis senos.
Después de unos instantes, le dije que quería sentarme, cuando volvimos a la mesa, nuevamente me acomodaron entre Gerson y otro de los jóvenes, mi esposo estaba totalmente animado conversando con los otros animado por las dos brasileras.
Entonces Gerson empezó a acariciar mis piernas, quise hacer a un lado su mano, pero entonces sentí las mano de Josimar (era el nombre del otro joven) en mis senos, quise reaccionar, pero ví que talvez podría ocasionar que estos jóvenes reaccionen violentamente si mi esposo se molestaba y les reclamaba .
Decidí no hacer nada, e intentar que ellos no se propasen demasiado, ese fue mi error, poco a poco Gerson levanto mi vestido dejando mis piernas y mi conchita libres, al ver que yo realmente no estaba con ropa interior, ellos ganaron mas confianza y empezaron a manosear mi cuerpo ya con total confianza.
Yo que inicialmente no quería que ni me toquen, ahora estaba empezando a excitarme y si bien deseaba impedirlo, esta situación jamás vivida en mis 40 años, estaba haciendo que pierda el control sobre mis actos.
Gerson cada vez mas osado, empezó a masajear mi conchita, que a esta altura ya estaba totalmente mojada por el deseo y la excitación, mientras Josimar no dejaba de manosear mis senos, todo esto pasaba a centímetros de mi esposo, que a estas alturas ya no tenía idea de lo que pasaba a su lado por la borrachera en que se encontraba.
Josimar, ya totalmente seguro de que ellos tenían el control, se metió debajo de la mesa y empezó a practicarme sexo oral. Mi esposo lo había hecho muy pocas veces en todos los años de casados, pero este joven si que era un maestro con su boca y su lengua.
Josimar me estaba enseñando lo que es disfrutar del sexo oral, pasaba su lengua por los labios de mi vagina, luego con su lengua se ocupaba de mi clítoris, y cuando sentia por los movimientos de mi cuerpo que estaba sintiendo un gran placer, entonces metía su lengua en mi conchita produciéndome convulsiones de placer, Gerson viendo mi excitación, subió aún mas mi vestido hasta la altura de mis senos y empezó a besar y a chuparlos.
Ahí estaba yo, la señora recatada siempre fiel hasta con el pensamiento a mi esposo, ahora entregándome al placer guiada por estos dos jóvenes brasileros, a escasos centímetros de mi marido.
El placer que me estaban dando era tal, que deseaba gritar para dejar que salga todo mi placer de dentro de mío, en un atisbo de sensatez, intente hacer que pararan, pero estaba perdida, ellos ya no escuchaban ninguna razón y continuaron dándose un festín con mi cuerpo, festín que debo reconocer lo estaba disfrutando.
Los otros jóvenes se dieron cuenta de lo que estaba pasando conmigo y sus dos amigos, así que se levantaron y empezaron a bailar ahí al lado de nuestra mesa para tapar lo que estaba pasando ahí mismo en la discoteca.
Mientras Josimar continuaba enloqueciéndome con su boca, mientras Gerson no dejaba de masajear mis senos y acariciar todo mi cuerpo, me fue haciendo girar lentamente, hasta que me puse medio de costado, colocándose detrás de mi.
Entonces sentí el pene de Gerson apoyándose contra mi trasero, para darme confianza, mientras lo frotaba contra mi trasero, me iba diciendo que solo quería que su pene conociera mi piel, ahora Josimar chupaba mi conchita y Gerson con su verga iba empujando y apoyando sobre mis nalgas, en uno de esos movimientos, Jergón colocó su verga entre mis piernas, y ahora empezó a frotar su verga contra mi conchita.
Era la primera vez en mi vida que otra verga estaba tocando mi conchita, yo me case virgen como quería mi mamá, por lo que siempre tuve una educación bastante estricta y llena de ciertos tabus.
Al sentir la verga de Gerson entre mis piernas quise levantarme, pero entonces Josimar empezó a acariciar con sus dedos mi conchita, y Gerson desde atrás me tenía prendida contra el, por lo que no pude moverme.
Gerson ahí con su verga entre mis piernas empezó a moverse como si me estuviera follando, poco a poco mi excitación me fue descontrolando mas y mas, el deseo y el morbo de la situación tomaron el control de la situación.
La verga de Gerson era grande y gruesa, parecida a la de los protagonistas de alguna película pornográfica de la que llevaba mi esposo, dentro mío había una pelea interna entre dar rienda suelta a mis deseos de tener esa verga dentro mío, y sentirme como las protagonistas de las películas que alguna vez vi, o levantarme y no seguir adelante, y salir corriendo de allí.
Entonces, Gerson me forzó a doblar mi cuerpo un poco hacia delante, lo que hizo que mi trasero quede un poco levantado hacia el, entonces ya sin obstáculos, colocó su verga en la entrada de mi conchita, yo en vez de cerrar mis piernas para impedírselo, pese a mi posición, instintivamente las separe para facilitarle la penetración.
Gerson colocó su verga en la entrada de mi conchita y empezó a meterme su verga, ese contacto directo de mi conchita con su verga hicieron que yo ya sin ningún control sobre mis actos empiece a gemir de placer.
Su verga se fue abriendo paso a paso en mi conchita, fue empujando su verga mas y mas dentro mío, yo sentía como si estuviese siendo follada por primera vez en mi vida, su verga era tan grande y gruesa que parecía que me estaban desvirginando, (aunque en cierta forma era así, porque era la primera vez que era follada por otro hombre y mas aún con ese tamaño de verga).
Gerson empezó a aumentar y aumentar el ritmo de verga en mi conchita aumentando cada vez mas y mas el placer que estaba sintiendo, tuve una convulsión tan fuerte que casi me desmaye de tan fuerte que fue el orgasmo que había tenido, pero la cosa no estaba por terminar.
Al sentirme terminar, Gerson ahora ya sin importar nada, me hizo echar sobre el sillón, mi esposo estaba ahí a unos centímetros besándose con una de la muchachas, a mi no me importó, levante mis piernas sobre los hombros de mi follador, y entonces ahí si sentí toda la virilidad y el tamaño real de aquella verga que me estaba entrando.
Gerson empujo su verga hasta el fondo mismo de mi conchita, yo casi grite de placer, sentía que esa verga me estaba partiendo en dos y penetrando hasta lo inimaginable (Solo una mujer que ha pasado por esto podrá entender lo maravilloso de esta sensación), y a cada embate de su verga yo sentía mas y mas excitación y placer.
Estuvimos ahí follando como locos,hasta que nos echaron del local.........espero haya sido de su agrado.................
de verdad tu historia esta muy interesante solo que parece muy superficial del punto de vista sexual....
ResponderEliminarme parece increible esta pagina, espero conocer gente nueva que me ayude a convencer a mi esposa de hacerlo, saludos
ResponderEliminarOctaviano
estoy interesado en participar de estas experiencias me encuentro en cuenca y se que hay reuniones SW en esta ciudad podrian indicarme como llego a ellas? por favor escriban a
ResponderEliminarcaballosalvajexxx@gmail.com soy hombre maduro y culto y quisiera tener una experiencia SW con mujeres hermosas y dispuestas