Hola amigos:
Les cuento que yo soy de Ecuador exactamente de Ambato,, bueno lo que les voy a contar sucedió hace exactamente unos 3 meses atrás, soy Ingeniero de sistemas y tengo ya 38 años pero resulta que yo estaba sin trabajo durante casi un año por una dolencia en mis rodillas que no me permitía movilizarme en forma normal.
Esto originó que mi esposa buscase un trabajo para asumir temporalmente los gastos de la casa, es en esta situación que consiguió trabajo en un Salón de Belleza donde el dueño era una persona relativamente más joven.
Mi esposa tiene 34 años, tiene un cuerpo maravilloso, siempre se ha cuidado, sus pechos son de los que hacen dar vuelta a los hombres, ni que decir de su culito…
Tenemos 14 años de matrimonio, entonces resulta que ella sale de este trabajo casi siempre a las 20:30, sucedió que en una noche de jueves yo fui a recogerla del trabajo a manera de hacer una caminata.
Me acerqué a su trabajo pero lamentablemente ya estaba cerrado por lo que decidí seguir caminando pero tuve que volver a pasar nuevamente por el salón, pero grande fue mi sorpresa cuando escuché ruidos al otro lado de la puerta, me asomé cerca a la ventana, que tenía los vidrios raybanizados, a través de los cuales pude ver a mi esposa hablando con su jefe.
Les cuento que yo soy de Ecuador exactamente de Ambato,, bueno lo que les voy a contar sucedió hace exactamente unos 3 meses atrás, soy Ingeniero de sistemas y tengo ya 38 años pero resulta que yo estaba sin trabajo durante casi un año por una dolencia en mis rodillas que no me permitía movilizarme en forma normal.
Esto originó que mi esposa buscase un trabajo para asumir temporalmente los gastos de la casa, es en esta situación que consiguió trabajo en un Salón de Belleza donde el dueño era una persona relativamente más joven.
Mi esposa tiene 34 años, tiene un cuerpo maravilloso, siempre se ha cuidado, sus pechos son de los que hacen dar vuelta a los hombres, ni que decir de su culito…
Tenemos 14 años de matrimonio, entonces resulta que ella sale de este trabajo casi siempre a las 20:30, sucedió que en una noche de jueves yo fui a recogerla del trabajo a manera de hacer una caminata.
Me acerqué a su trabajo pero lamentablemente ya estaba cerrado por lo que decidí seguir caminando pero tuve que volver a pasar nuevamente por el salón, pero grande fue mi sorpresa cuando escuché ruidos al otro lado de la puerta, me asomé cerca a la ventana, que tenía los vidrios raybanizados, a través de los cuales pude ver a mi esposa hablando con su jefe.
Por los ademanes que hacía me imaginé que ella le explicaba los problemas que teníamos en la parte económica, él le escuchaba en forma serena, pero a medida que pasaba el tiempo él fue tomándole la mano, luego las manos empezaron a subir hasta los senos de ella.
Normalmente ella no dejaba que yo le sobe sus pechos, pero en ese momento no decía nada, para eso el frío ya me paralizaba las piernas, luego se acercó más y le dio un beso y ella ni siquiera intentó separarlo.
Esto ya se ponía de castaño a oscuro, luego metió las manos hacia su vagina, eso la excitó porque se notó como cambió de apariencia, en un momento él le bajó el pantalón y el calzón y le puso una capa, esas que usan los salones cuando te hacen un peinado o un corte, y luego le empezó a acariciar su vagina.
Primero fue un dedo luego dos los que empezó a introducir, ella puso una cara de esas que piden a gritos que se la metan, claro eso no ocurría cuando estaba conmigo, luego él le untó con los líquidos que derramaban por sus entrepiernas y se lo puso en la boca y creo que sin pensarlo dos veces le introdujo su pene entre los gemidos de placer de mi querida esposa.
Estuvo un largo tiempo bombeando y chupando sus pechos, ella le suplicaba que le diera bien duro, que se la metiera más a fondo y la hiciera temblar de calentura, calentura que por lo visto aumentaba en ella a medida que sus orgasmos aumentaban en intensidad.
Ya después le dio la vuelta, la subió encima de él y le metió el miembro por el ano, cosa que yo no pude hacerlo nunca, ni hasta ahora, que les cuento, él mientras le rompía el culito le acariciaba el clítoris…Así papito, le gritaba mi esposa delirando de gozo, dame hasta tus huevos papi…quiero más, más, tu verga y tus dedos me están matando de placer… y estalló en otro orgasmo…
Fue algo que me sorprendió, por que yo alguna vez le decía que pasaría sin alguien le proponía algo así ella respondía que nunca, que me amaba mucho como para pensar en otro hombre, que ella estaba bien satisfecha con el “macho” que tenía en su casa.
Bueno yo nunca le dije que la vi, pero a mi me sorprende el descaro de ella, porque está como si nunca hubiera pasado, aparte que me imagino que no debe haber sido la única vez por que ya no llega siempre a la hora que lo hacía….....
Divina nena, y la verad que me gustaria que pruebes la calentura de un orientano, alli va a sentir todo, escrieme a mi msn en mi nsnenjer me prodras concoer jagpnrm@hotmail.com
ResponderEliminarHola, me encanto tu relato, soy maduro, 40, de buen ver y con experiencia con parejas,
ResponderEliminarvivo en Miami, te invito a que me escriban cuando anden de paseo por aca, saludos
tauro72860 @ hotmail. com