hora pro pubis

Este es un poema del libro posiblemente somos, el autor es un buen amigo mio

Cierras tus piernas sobre mi

cuello

los labios de tu sexo tienen

una fuerza inusitada

se desprenden

cobran vida propia

¿es solo mi locura?

se alzan azules, rosados, dorados.

como pequeños crótalos

escurridizos

en el borde de una pecera

tratan de tenderme una celada

empujándome a un encuentro mentiroso

ahora que me resisto a las trampas del recuerdo.

Siento que tu excitación pasa como

un galope eléctrico

por mi cuerpo. No te eludo. Es un

imperativo que no puedo desechar

me lo pide mi cuerpo

y aun si no estuvieras

yo te estaría deseando.

Pero estás. No como yo quisiera

ni como tu quisieras, No como los

dos juntos quisiéramos

para volar sobre pasados itinerarios.

En todo es hay un juego de

absurdos

viciándonos la realidad

un montón de herrumbre cubriéndonos

como una fotografía vieja

donde el instante que quedo

plasmado

es un pedazo de tiempo

desvencijado y amarillo

Abro tus piernas para respirar

hondo

tengo un sabor salado en la

garganta

respiro

pienso que eres una maga

sacándome

de tu sexo como un conejo

nunca mis párpados habían jugado con tu pubis

- tu tampoco habías pensado que mi pubis podía jugar

con tus parpados

ni mis oídos habían escuchado

correr veloz la sangre por tus

muslos

No habíamos sentido la distancia

de lo que debíamos ser

pera la desnudez de esta ocasión

estos orgasmos trabajados a fuerza

de no denominarnos

nos muestra la cara escondida de la

vida

donde todo tiene un antes que está

presente

como un ojo implacable que mira

desde la crueldad

de los inevitables desencuentros

Ishtar