Llegas a una discoteca. El ambiente es oscuro. Hay mucha gente. Usas un vestido de cuero rojo. Pegadito al cuerpo. Abierto en tu espalda, de manera que se puede apreciar la forma en que comienza tu hermoso culo.Vas sola. Quieres acción. Nada de romance, solo sexo. Fugaz, ardiente, apasionado. Sentir pasión y deseo. Por eso no llevas nada de ropa interior.
Vas a la barra. Y cuando te dispones a pedir un trago, se acerca un chico. Moreno, atlético, alto. Te sonríe y paga tu copa. Te da igual el gesto, solo te concentras en lo atractivo que es y lo grande que parece su paquete a través del tejano.
Conversan un rato. Y van a bailar. Él te abraza con fuerza. Aprovechando que la música es suave. Tú no ofreces ninguna resistencia. Le dejas hacer lo que quiera. Él empieza a mover su mano por tu espalda. Acaricia suavemente el camino marcado por tu columna, deja bajar su dedo por toda tu piel. Se acerca a tu culo. Y te estremeces.
Se da cuenta de que no llevas nada bajo el vestido y sonríe. Te besa y te dice que le encantan las chicas lanzadas como tú. Sientes como su enorme pene se endurece y él lo aprieta hacia ti. Lo sientes en tu vientre. Y deseas que esté adentro llenándote de placer.
Su mano sigue jugando, entra en tu vestido, te mira y sonríe. Tú cierras los ojos y te entregas. Su dedo llega a tu culito y empieza a jugar con el. Hace presión buscando entrar. Mientras aun intentas bailar y no perder la posición de su miembro que ahora roza tu raja por encima de las ropas. Empiezas a manar fluidos y sientes que te mojas toda. Le pides ir al baño. Él te acompaña. Pero en lugar de esperar afuera. Entra contigo y cierra la puerta. Te apoya contra el lavabo. Te besa con pasión, con deseo. Mete su lengua en tu boca y busca por todos los rincones.
Sus manos inquietas sacan tus senos del vestido los aprietan y soban con lujuria. Tu estas al borde, quieres ser penetrada lo más pronto posible. él chupa y lame tus senos y pezones. Ahora sus dedos buscan tu sexo.
Se entretiene en tu clítoris. Te masturba mientras mordisquea una de tus tetas. Tú como puedes desabrochas su pantalón, bajas el cierre y sacas de sus bóxer a su enorme e imponente miembro.
Lo deseas, lo acaricias con lujuria te agachas y lo metes en tu boca. Empiezas a recorrerlo con tu lengua. Primero, la punta, luego sales y recorres el tronco hasta las bolas. Regresas por todo el tronco y lo empiezas a tragar mientras lo miras con cara de hembra viciosa. Él te toma del cabello por el cuello y te hace llevar el ritmo de mete y saca.
Duran solo un rato. Él tiene otros planes para ti. Te pone de pie y te hace dar la vuelta, te dice que le encantó tu culo desde que te vio. Levanta tu pequeño vestido hasta tu cintura, y se coloca desde atrás, besa tus nalgas y te hace inclinarte para lamer todo tu sexo desde esa posición.
Estás muy caliente. Su lengua te empapa. Sientes su aliento caliente cada vez que te lame o chupa. Empiezas a menearte a ritmo de sus lamidas. Mientras no puedes callar tus gemidos. Ahora un dedo, y luego dos entran en tu rajita. Y hacen presión sobre tu punto g. la otra mano sobre tu clítoris y su lengua empapa tu culo. Presiona con ella sobre el sus dedos se mueven círculos, presionan, entran y salen.
Estás en trance, un dedo entra ahora en tu culo. Y empieza a perforártelo deliciosamente. Su boca está ahora en tu espalda. Besa tu nuca. Tu cuello. Y mientras te masturba por ambos huecos. Ahora son dos dedos en tu culo. Estás muy excitada. Le dices que te coja de una vez por todas. Que te meta su miembro.
Él se hace esperar aumenta el ritmo. Estás en frenesí. De repente sientes como si los dedos en tu culo hubiesen crecido de golpe. Su enorme falo. Empieza a bombearte entrando lentamente. Sientes que se te estremecen las piernas a cada centímetro que entra.
Es más grande de lo que pensabas. Y además no ha sacado los dos dedos que acarician tu cuquita. Con la otra mano aprieta firme tu cintura. Empuja con fuerza y listo, tienes 18 cm dentro de tu culo. Te penetra ahora con fuerza. Y tus gemidos ahora son casi gritos. Te da con fuerza, está poseído de pasión, aprieta tus tetas ahora con ambas manos.
Tú mueves caderas y culo como si bailaras tambor. Lo sientes que te penetra por todos lados. Estás fuera de ti. Sientes un fuerte espasmo. Te tiemblan las piernas y tienes un orgasmo enorme. De tu raja salen líquidos como nunca. Mientras él da unos bombazos más y sientes como explota llenando tu culo de leche.
Esperan unos minutos. Te besa y se va. Tú te vistes como puedes, te arreglas un poco y sales a ver si lo consigues. Ya no está en el local. No te molestas. Es lo que querías, sexo puro salvaje y anónimo.
Vas a la barra. Y cuando te dispones a pedir un trago, se acerca un chico. Moreno, atlético, alto. Te sonríe y paga tu copa. Te da igual el gesto, solo te concentras en lo atractivo que es y lo grande que parece su paquete a través del tejano.
Conversan un rato. Y van a bailar. Él te abraza con fuerza. Aprovechando que la música es suave. Tú no ofreces ninguna resistencia. Le dejas hacer lo que quiera. Él empieza a mover su mano por tu espalda. Acaricia suavemente el camino marcado por tu columna, deja bajar su dedo por toda tu piel. Se acerca a tu culo. Y te estremeces.
Se da cuenta de que no llevas nada bajo el vestido y sonríe. Te besa y te dice que le encantan las chicas lanzadas como tú. Sientes como su enorme pene se endurece y él lo aprieta hacia ti. Lo sientes en tu vientre. Y deseas que esté adentro llenándote de placer.
Su mano sigue jugando, entra en tu vestido, te mira y sonríe. Tú cierras los ojos y te entregas. Su dedo llega a tu culito y empieza a jugar con el. Hace presión buscando entrar. Mientras aun intentas bailar y no perder la posición de su miembro que ahora roza tu raja por encima de las ropas. Empiezas a manar fluidos y sientes que te mojas toda. Le pides ir al baño. Él te acompaña. Pero en lugar de esperar afuera. Entra contigo y cierra la puerta. Te apoya contra el lavabo. Te besa con pasión, con deseo. Mete su lengua en tu boca y busca por todos los rincones.
Sus manos inquietas sacan tus senos del vestido los aprietan y soban con lujuria. Tu estas al borde, quieres ser penetrada lo más pronto posible. él chupa y lame tus senos y pezones. Ahora sus dedos buscan tu sexo.
Se entretiene en tu clítoris. Te masturba mientras mordisquea una de tus tetas. Tú como puedes desabrochas su pantalón, bajas el cierre y sacas de sus bóxer a su enorme e imponente miembro.
Lo deseas, lo acaricias con lujuria te agachas y lo metes en tu boca. Empiezas a recorrerlo con tu lengua. Primero, la punta, luego sales y recorres el tronco hasta las bolas. Regresas por todo el tronco y lo empiezas a tragar mientras lo miras con cara de hembra viciosa. Él te toma del cabello por el cuello y te hace llevar el ritmo de mete y saca.
Duran solo un rato. Él tiene otros planes para ti. Te pone de pie y te hace dar la vuelta, te dice que le encantó tu culo desde que te vio. Levanta tu pequeño vestido hasta tu cintura, y se coloca desde atrás, besa tus nalgas y te hace inclinarte para lamer todo tu sexo desde esa posición.
Estás muy caliente. Su lengua te empapa. Sientes su aliento caliente cada vez que te lame o chupa. Empiezas a menearte a ritmo de sus lamidas. Mientras no puedes callar tus gemidos. Ahora un dedo, y luego dos entran en tu rajita. Y hacen presión sobre tu punto g. la otra mano sobre tu clítoris y su lengua empapa tu culo. Presiona con ella sobre el sus dedos se mueven círculos, presionan, entran y salen.
Estás en trance, un dedo entra ahora en tu culo. Y empieza a perforártelo deliciosamente. Su boca está ahora en tu espalda. Besa tu nuca. Tu cuello. Y mientras te masturba por ambos huecos. Ahora son dos dedos en tu culo. Estás muy excitada. Le dices que te coja de una vez por todas. Que te meta su miembro.
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