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viernes, 15 de enero de 2010

RESPUESTA AL ANUNCIO.......


Luego de haber leido vuestro anuncio mi fantasia no ha dejado de parar. He soñado que ...hemos pasado una noche alegre. Comiendo mariscos y tomando vino blanco entre chiste y chiste. Hasta bailado. Ya es tarde y los tres regresamos a la casa. Entrando por la puerta me pego a tu trasero querida mujer desconocida. Te abrazo y vamos caminando. Me gusta tu calor. Parece de estar cerca del sol o en la playa al mediodía. Te tomo por la cintura y te acerco a mi; es muy bonito sentirte. Tu adivinas la naturaleza de aquella cosa dura que ha crecido en mis pantalones y te dejas ir. La cosa te intriga.

Te acaricio las tetas; me encantan tus tetas. Recorro tus caderas y agarro tus nalgas como si fueran boyas en alta mar. Te saco la ropa sin furia y sin apremio. Disfrutando de la vista. Tu piel huele a tierra y hierba. Agarro tu seno en la boca. Mi lengua busca el pezón. Estoy mordiendo tu tetita suavemente; que goce mas sabroso me dan esos pequeños senos de ensueño; dulces como el manjar y suaves como la almohada del niño Jesús.

Los toco. Los acaricio y los torturo con la suavidad de un cachorro. Cojo el pezón entre los labios y lo jalo hasta que se me escapa. Lo mojo y lo jalo con los labios mientras te pongo una mano entre las piernas. Estas mojada. Divinamente mojada.

Entonces remplazo los dedos con mis labios y comienzo a lamer lo mas intimo que tienes y chupo riachuelos de sabor; tomo en la boca tu clítoris y lo mimo. Doy vuelta a su alrededor y lo beso. Lo aplasto con la lengua y lo recorro de abajo hacia arriba hasta que te deslíes, hasta que suspires, hasta que gimes, hasta que me ruegues de hacerlo mas fuerte. Me fascina sentirte temblar bajo mi boca, me enloquece sentir tu mundo húmedo como la selva y me emborracha tu sabor de mar y flores. Sabor a cielo. Acaricio tus piernas mientras chupo tu clítoris como si fuese un caramelito de divino néctar. Tu flor secreta me cautiva; la llamo, la lamo y la amo Tus líquidos me mojan la cara llenándome de felicidad: no puede haber algo mas sabroso.

Tus manos cogen mi pene. Yo me siento en el cielo y busco tus labios hasta envolverlos con los míos. Sentado en el sillón tu marido se ha sacado el miembro e se está masturbando con mesurada pereza. Mueve la mano como en cámara lenta y nos mira excitado.

Mi cuerpo resbala sobre tu sudor. Estas tendida en la cama con las piernas abiertas y yo te estoy encima. Con la mano tanteo tu coño; estas empapada..


Me acomodo entre tus piernas y cogiendo la verga con la mano la dirijo hacia tu coño que emboca el camino hacia tu mar de beatitud. Empujo y me abro camino entre tus pétalos. La punta se está metiendo y me invade un placer celestial. He adivinado la entrada y ebrio de felicidad empujo. Te estoy abriendo con mi trozo de pasión y, paso a paso, estoy enrumbándome hacia el paraíso. Comido por la flor que se deja penetrar percibo que sentimos algo parecido.

Tu gimes mientras mi pene, duro como madera tallada, se desliza en tu universo repleto de jugos y miel, de pétalos y champaña, de sauna y cielos infinitos. Lentamente; entre rocío y terciopelo en una autopista que parece no tener fin, tu cuerpo me recibe, me apretuja,me hace ver mil colores. Y sigo entrando.

Te miro. Eres bella y pareces soñar. Tu cara rebosa de poesía. Pareces una hada; tienes los ojos cerrados y te dejas llenar. Tu boca hace muecas de deleite mientras sigo penetrando entre excelsas sinfonías. Tu te enciendes de gracia y yo me entrego y pulgada tras pulgada me hundo en ti; profundamente en ti, hasta sentirte toda por dentro. Te he llenado. Que caliente se siente tu concha y que divino tu cuerpo colmado.

Acaricio tus nalgas y las manoseo atrayéndote a mi. Deslizo una mano y te toco la chucha. Siento mi miembro que va y viene. Con la yema cubro tu clítoris… que se ha hinchando. Lo froto suavemente. Lo aplasto. Lo cojo entre los dedos mientras con el pene entro y salgo; solemne y triunfal. Profundamente. Una y otra vez. Perdido en tu regazo y acariciando la piel florecida de tu cuerpo hermoso de diosa te entregas a los sentidos y emites breves gemidos que se escapan de tu boca entreabierta como el canto de las sirenas o ecos de otra dimensión.

Entonces saco mi miembro de tu concha mojada y caliente para llenarla de besos. Me seduce tu sabor. …Que delicia lamer el terciopelo florece entre tus piernas. …Que lindo clavar mi lengua en tu gruta. Y luego besarte en la boca para compartir tus humores mientras mi pene vuelve a ocupar el vacio en tu concha. Finalmente forcejeas y te rebelas y empujándome sin titubeos te montas encima mío y coges mi pene y te lo metes de una sola sentándote de una con un chillido angelical ante de comenzar un sube y baja algo vislumbrarte. Yo te agarro fuertemente las nalgas ayudándote en el movimiento. Estas sudada. Un dedo resbala sobre tu trasero sudadoy llega en tu ano y resbaloso como mantequilla, se mete adentro. De repente te tengo un dedo en el ano. Tu no te inmutas y a mi me encanta sentirte por dentro. Me doy cuenta que disfruto de tenerte el dedo adentro. Meto un segundo dedo.

Tu sigues el sube y baja y no dices nada. Te miro. No hay indicios de disgusto mientras mueves las caderas con renovado ardor. Entonces te meto un tercer dedo por detrás. Tienes los ojos cerrados y ya no entiendes donde comienza y donde termina tu cuerpo,mi felicidad y nuestro placer.

En voz baja y algo tímido te pido que me dejes metértelo en el culo. -Ni te sueñes de salir de mi chucha! –me contestas- …Deja que sea mi pareja que me lo meta en el culo;el suyo es mas chico! –murmuras.

Él ha escuchado y deja de masturbarse. Se acerca a nosotros y, sin decir una palabra, te agarra por la cadera y dirigiendo su pene erecto sobre tu ojete ya dilatados por mis dedos, empieza a introducírtelo.Yo veo que tu cara se pone seria y que tus ojos se agrandan como si quisieran salir de las orbitas mientras que, completamente inmóvil, quedas a la espera de sentir dolor. Tu marido sigue y lentamente te lo enchufa en el ano, que,sin ninguna dificultad, se lo traga.


Contemporáneamente tu concha parece encogerse y es una sensación maravillosa sentir tu cuerpo apretarse alrededor de mi pene.

Tu marido te ha entrado en el culo. Efectivamente tu cara se mantiene risueña mientras tu marido termina de acomodarse en tu trasero.La expresión de la cara se relaja; no te ha dolido y ni te está doliendo. Lo único que tienes ahora es miedo a moverte por temor de desgárrate algo con tanta carne metidas en tus huecos. Yo entonces te tomo por la cabeza para meterte un menique en cada oído y finalmente te clavo la lengua en la boca.

Por fin llena; todos tus vacios están ocupados y tu, a juzgar por tus muecas, te sientes majestuosamente completa. Parece que estas en el paraíso; con los ojos cerrados. Lánguida. Sin fuerza. Solo gimiendo; suavemente y sin ningún reparo.

Tu marido arremete contra ti con fuerza. Cada vez que te empuja te empuja contra mi que, automáticamente y casi sin moverme, entro en ti hasta chocar con tu pubis.Finalmente tu marido comienza a suspirar y con embestidas espasmódicas te llena el culo de leche. Sientes el liquido caliente en tus entrañas como si te hubiesen hecho un enema y se te ponen los pelos de punta. Pareces gozar. Luego, mientras tu ano se vuelve estrechito venciéndole al pene de tu marido que se va desinflado, también tu concha parece achicarse.

Con una manotada te sacas del culo tu marido y te pones cómoda; boca arriba. –Dale cariño! Me dices. Follame como un loco. –me Imploras- hazlo rápido y fuerte que quiero perder la razon!-Inmediatamente me desato y barro tu cuerpo como viento y golpeo tu ingle como ola en los escollos. Te muerdo el cuello y te estrujo los senos y me ensaño contra tu sexo; como ola de mar bravo que levanta una enormidad de espuma blanca que recorre tu vientre, choca contra tus senos, sube hasta tu cuello e sobre tus labios antes de elevarse alta en el cielo. Es el éxtasis.

Raptada por el pene que entra y sale con fuerza y poesía de tu coño y por nuestros cuerpos que se funden y se complementan.Cuando siento tus suspiros y tus gemidos siempre mas fuertes te acaricio la espalda y no paro de entrar en tu concha. Y no paro de salir. El cosquilleo se agranda. Y entro; abro tu coño transformado en sueño rojo como el amor y salgo dejándolo goteante de deseo. Y entro. Y salgo. Dios cuanto me gusta. Te beso los labios y con la lengua penetro tus labios. Adoro sentir tu lengua enloquecida que se arrebate entre la vida y el milagro.

Improvisamente me pides que me apure y que venga con tigo. Improvisamente siento que tu chucha se convulsiona soltando un néctar que me moja los muslos. En ese momento me dejo ir y con la fuerza del amante entregado, acelero los movimientos, grito en tus oídos todo mi deleite y, volando como una golondrina en primavera o un águila en lo alto del cielo y con repetidos sacudones, salgo disparado hacia el azul del orgasmo y dejo que la crema de leche endulce tu vientre; que, si no fuese por el preservativo, se llenaría hasta rebozar.

Te susurro que me gustas. Nos miramos. Seguimos besándonos, seguimos juntos hasta que tu intimidad vuelve a llenarse de deseo. Entonces mi pene crece y crece. Hasta ocupar completamente el vacio que tienes en el corazón y entre las piernas; que desde ahora nunca mas quedará vacio..........

1 comentario:

  1. WOW ..MUERO POR SENTIR DOS HOMBRES EN MI LECHO!! ALGUIEN SE ATREVE A COMPLACERME?

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Ricardo.